lunes, 21 de abril de 2014

Gabriel García Márquez, el vate


El jueves 17 de abril  murió el escritor Gabriel García Márquez, una figura central de la cultura latinoamericana. Gabo, como también era conocido, estuvo inmerso en varias polémicas, una de las más memorables fue en la inauguración del I Congreso Internacional de la Lengua Española en Zacatecas en 1997 donde leyó su discurso “Botella al mar para el dios de las palabras”, en el cual sugiere la simplificación de la gramática y la jubilación de la ortografía.

Dijo García Márquez que el español es una lengua con mucha vitalidad, dinámica creativa, de vasta experiencia cultural, rapidez y fuerza de expansión; en pocas palabras “… una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo”. Pidió liberarla de sus fierros normativos (la gramática y la ortografía) para que con la llegada del año 2000 “entrara como Pedro por su casa”. El premio nobel en aquel momento expresó: “Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?”.

Los académicos aplaudieron las palabras del colombiano, sin embargo, no tomaron en cuenta sus sugerencias, pues por más de tres siglos se han dedicado a forjar los fierros normativos de la lengua y no iban a tirar tanto trabajo por la borda. Pero la verdadera intención del nacido en el municipio de Aracataca era evitar la severidad de los lingüistas en contra de los internautas. Gabo fue un visionario al prever, diez años antes, como se usaría la lengua en las redes sociales.

Descanse en paz este genio del realismo mágico.

Twitter: @gerardocejag

No hay comentarios:

Publicar un comentario