lunes, 10 de junio de 2013

El nombre propio


Designamos con un nombre a las personas y las cosas para poderlas identificar. Usamos para lo general uno común y para lo particular, uno propio. Por regla, todo nombre propio deberá escribirse con mayúscula inicial, sin embargo, suele ser frecuente encontrar sustantivos comunes como si fueran nombres propios.

Un nombre propio siempre es un sustantivo, pero un sustantivo no siempre es un nombre propio. El sustantivo es cualquier palabra que designa a un ser u objeto: Juan, piano, cielo, Dios, casa, ejército, China. El nombre propio señala a una persona u objeto en particular. La regla establece que todos los nombres propios se escriban con mayúscula inicial, esto es una característica que los diferencia de los nombres comunes. Por lo general, sabemos que el nombre y apellido de una persona son propios, de igual forma los nombres geográficos, el de los astros y constelaciones.

Alguna palabra causa duda respecto a si el nombre es propio o común, esto debido a que el vocablo depende del contexto gramatical para determinarlo o hay confusión con el término. Por ejemplo, en relación con los astros, la palabra Sol depende del contexto gramatical para escribirla como nombre propio o común:
“El Sol es el astro central de nuestro sistema planetario”.
“Tomar el sol”.
En la primera oración nos referimos particularmente Sol; en la segunda a los fenómenos derivados de él.
En los puntos cardinales aplicamos también la fórmula anterior:
“La brújula señala al Norte”.
“El norte de la ciudad”.

Palabras como gobernador, presidenta, presidente, papa, coronel, general, almirante, teniente, capitán, licenciado, biólogo, gerente, director, secretario, doctor, municipio, delegación…, por citar alguno, son sustantivos comunes que no deben iniciar con mayúscula, sin embargo, es frecuente encontrarlos mal escritos en los boletines de prensa.
La siguiente lista es un ejemplo:
El General Porfirio Díaz los mandó matar:
El general Porfirio Díaz los mandó matar:
El Secretario de Turismo, Juan Pueblo, viajó a Canadá.
El secretario de Turismo, Juan Pueblo, viajó a Canadá.
Llegaron los estudiantes a la Máxima Casa de Estudios.
Llegaron los estudiantes a la máxima casa de estudios.
Entonces el Licenciado Flores salió del juzgado.
Entonces el licenciado Flores salió del juzgado.
El Mar de Cortés y el Mar Rojo son impresionantes.
El mar de Cortés y el mar Rojo son impresionantes.
Antes había piratas en el Golfo de California.
Antes había piratas en el golfo de California.
Todos fuimos a pasear al Malecón.
Todos fuimos a pasear al malecón.
Hay nueva Presidenta en el Municipio de La Paz
Hay nueva presidenta en el municipio de La Paz
El Gobernador Rodríguez izó la Bandera.
El gobernador Rodríguez izó la bandera.

Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/

martes, 4 de junio de 2013

Cuando el sexo degeneró en género


Desde hace varios años, la lucha por la igualdad de derechos entre el sexo femenino y el masculino ha tenido importantes avances en el mundo. En la mayoría de los países, las mujeres pueden votar y ser votadas, no hay restricciones para el trabajo y ejercen cualquier oficio con la misma eficiencia que los hombres. Aún existen resabios como la insistencia de llamarla “señora del señor”, es decir, quitarle el apellido materno y reemplazarlo por el del esposo. Pareciera mentira, pero en naciones como Estados Unidos es más común usar el nombre del marido que el de soltera; Michelle LaVaughn Robinson no es conocido para casi nadie, pero si escribo Michelle Obama todo se clarifica. Lo anterior ha creado frases como: “Las limitan por su género”; “Las empresas debe equilibrar las cuotas de género”; “La discriminación por género no se permite en México”; “Se solicitan personal, género indistinto”… Sin embargo, gramaticalmente hablando, dichas expresiones son incorrectas, porque es inadmisible utilizar la palabra “género” como sinónimo de “sexo”.

«Género» en su primera acepción dice: “Conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes”, como el género humano. Continúa con “Clase o tipo a que pertenecen personas o cosas”, como el género de terror en el cine. Y podría seguir hasta agotar todos los significados que da la Real Academia Española y no encontrar alguno que relacione “género” con “sexo”.

La palabra “género” proviene de inglés «gender» y evoca una categoría sociocultural que implica diferencias o desigualdades de índole social, económica, política, y/o laboral que desde los años setenta se empezó a utilizar. Con este antecedente se puede hablar de estudios de género, discriminación de género, violencia de género los cuales no aluden únicamente a las mujeres sino a cualquier sexo que sea tratado de manera injusta en una sociedad. Como ejemplo puedo citar a las personas de origen hispano que viven en Estados Unidos, cuyo desarrollo es menor porque carecen de las mismas oportunidades de educación y trabajo que los demás norteamericanos, entonces hablamos de discriminación de género.

Las comisiones de “equidad y género” de la Cámara de Diputados y de nuestro congreso local se han abocado total y únicamente ha reducir las desigualdades que tienen las mujeres frente a los hombre, lo cual merece un aplauso. Sin embargo, al no ir más allá de eso, sugeriría modificar el nombre de dicha comisión a la de “equidad de sexo”.

El «Diccionario panhispánico de dudas» presenta alternativas para las expresiones “discriminación de género” y “violencia de género” y propone “discriminación o violencia por razón de sexo, discriminación o violencia contra las mujeres, violencia doméstica, violencia de pareja o similares”. Las frases correctas del primer párrafo de este artículo serían “Las limitan por su sexo”; “Las empresas debe equilibrar las cuotas de mujeres y hombre”; “La discriminación por sexo no se permite en México”; “Se solicitan personal, cualquier sexo”.

No olvidemos que las personas tienen sexo y las palabras, género.

Twitter: @gerardocejag
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